En un universo de belleza donde reina el contouring de una manera suprema y el bronceado ocupa un lugar destacado en las noticias de belleza, es fácil olvidarse del primo humilde del bronceador, el colorete. Pero no debes olvidarlo: el colorete es el medio probado y genuino para conseguir un rubor saludable que define los pómulos, ilumina la piel cansada y aporta un look de acabado al instante.
Te facilitamos una guía de dos pasos para asegurarte de que sacas el máximo partido de tu pigmento rosa…
Selecciona la fórmula adecuada
¿Prefieres el colorete en polvo o en crema? Los coloretes en crema son fabulosos para añadir frescura al maquillaje, además de una luminosidad que embellece. Lo bueno que tienen es que se pueden aplicar en capas, por lo que se puede optar por un tono suave y sutil, o añadir más color hasta lograr la intensidad deseada.
Algunas prefieren la textura de un colorete en crema también por su aplicación, ya que al utilizar los dedos se tiene un mayor control al aplicar el color. El colorete en crema se fija con bastante rapidez una vez aplicado, fundiéndose en la piel y aportando un acabado natural e impecable, que además se mantiene sin problemas.
Los coloretes en polvo son (con la brocha adecuada) fáciles de aplicar y permiten esculpir el rostro en segundos con una sencilla pasada, aportando un look de acabado. Son recomendables para la piel naturalmente grasa, ya que el acabado mate absorbe el exceso de grasa y, a menudo, el rendimiento de los pigmentos es extraordinario, porque no es necesario utilizar una gran cantidad para conseguir un rubor saludable. Los polvos son, además, fáciles de extender, incluso después de la aplicación, por lo que si se aplican en exceso se pueden simplemente retirar con una brocha para suavizar el color.
¿Te resulta complicado decidir entre las dos fórmulas? Afortunadamente, el nuevo Royal Blush de Rimmel tiene la respuesta. Una fórmula de crema-polvo que se ofrece en tres colores frescos, siendo ligera y fácil de aplicar sin brocha, y permitiendo aplicar un color creíble y en capas en contacto con la piel. El acabado en polvo significa que es perfecto para todos los tipos de piel y que durará todo el día, incluso cuando apriete el calor.
Elige tu mejor color
¿Deseas probar el colorete, pero no estás segura de qué color elegir? Las fórmulas de color melocotón son adecuadas prácticamente para todos los cutis, por lo que debes echar un vistazo a Rimmel’s Royal Blush in Peach Jewel, que es un tono favorecedor que aporta un rubor saludable. Aplica una pequeña cantidad para conseguir una luminosidad sutil.
En el caso de un tono de piel más oscura, es preferible optar por pigmentos brillantes y llamativos. Nos encanta Royal Blush in Coral Queen. Aplica capas de colorete gradualmente hasta que consigas la intensidad de color deseada.
Las pieles claras adquieren un aspecto precioso con un colorete rosa puro, aplicado ligeramente para conseguir un suave rubor que da la impresión de que se regresa de un paseo ligero al aire libre. Utiliza Royal Blush in Majestic Pink en el centro de las mejillas para conseguir un aspecto tradicional de “rosa inglesa”.
Por supuesto, no tienes que utilizar solamente uno. Nos encanta aplicar capas y experimentar con más de un color a la vez.